Análisis Técnico
Los líderes de la Zona Euro llegan hoy a Bruselas con el peso sobre sus hombros de tener que lidiar con una recesión este año y con más de 23 millones de parados. Lo hacen en un día de huelga general en Bélgica que les obligará a desplazarse en helicóptero y a aterrizar en bases militares. Tres objetivos siguen sobre la mesa, como nos recuerda Javier Flores, analista de ASINVER: 1) Llegar a un acuerdo sobre el “pacto fiscal”; 2) Adelanto del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM) a partir de julio de 2012 y 3) La finalización de los detalles del plan sobre Grecia y la negociación con los acreedores, que podría cerrarse esta misma semana.

Respecto a esto último, hay rumores sobre los que informa la prensa que apuntan que el nuevo rescate a Grecia ascendería a 145.000 millones de euros, frente a los 130.000 millones previstos en un principio. Los analistas de Baader Bank cuentan que existe ya un principio de oferta según el cual los tenedores de bonos aceptarían un cupón del 3,6% para los nuevos bonos, pero solo a cambio de garantías adicionales. Sigue la intención de recortar la carga de deuda griega en 100.000 millones de euros, pero quizás solo pueda conseguirse vía default, porque incluso de llegarse a un acuerdo, la participación del sector privado podría defraudar por lo poco favorable de los términos. En este caso, es probable que hasta el BCE tuviera que soportar algunas pérdidas. Cuidado entonces porque el riesgo podría afectar a otros países, con Portugal en primera línea de fuego.

Pero volvamos a la Cumbre. La llegada de los asistentes está prevista para las 14:00 horas, aunque la sesión no dará comienzo hasta las 15:30 horas. Al final del encuentro, como viene siendo habitual, llegará la rueda de prensa de la mano de los presidentes del Consejo y la Comisión Europeos. Es, además, el primer encuentro de este tipo para Mariano Rajoy, en el que aprovechará para defender un mejor uso de los fondos públicos europeos y para solicitar que se limiten los sueldos de los ejecutivos cuyos bancos han sido intervenidos. La situación de España e Italia ha mejorado ligeramente, pero no se puede bajar la guardia.

“Habrá más conversaciones en torno al crecimiento y la austeridad”, postula Jennifer McKeown, economista de Capital Economics. “Eso será útil en el largo plazo y podría ayudar a prevenir crisis futuras, pero no será de utilidad para la crisis actual”.Jose Barroso afirmaba el viernes: “no tenemos que elegir entre la consolidación fiscal y el crecimiento, porque los necesitamos a ambos”.

Pero, pese a la expectación del mercado, escepticismo entre los expertos. La declaración más directa, la de José Luis Martinez Campuzano, estratega de Citi en España. “Soy de los que piensan que 'quien mucho abarca poco aprieta'. Y este dicho ha sido aplicable a todas y cada una de las cumbres europeas de los dos últimos años. Enormes retos, soluciones conjuntas y al final simples aproximaciones al problema. Así ha ido pasando el tiempo. Y de esta forma, se ha ido decepcionando las esperanzas de una solución 'política' a la crisis. La de tipo financiero y económico sí ha tenido avances, pero sin compensar la falta de acuerdo político”.

Daniel Gros, director del Centro de Estudios Políticos Europeos de Bruselas, afirma que “un pacto fiscal es algo más simbólico que otra cosa, aunque lo intentarán disfrazar para que parezca un gran paso adelante”. Finalmente, McKeown sentencia. “Si hay algún tipo de sorpresa, seguro que será decepcionante”.
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